El caminar político

La marcha política de España, como nación, está en el aire, como se puede observar, entre los dimes y diretes, de unos y otros, según sea el perfil y el color de cada cual, la amalgama política española, es un cruce de caminos sin una dirección clara, sino, que cada cual va a su bola y pide y exige lo que le viene en gana. Pese de haber jurado o prometido, de guardar y hacer guardar, cumplir y hacer cumplir, la Constitución de 1978. Nada de esto se respeta y no se cumplen los preceptos que están escritos en ese caminar.


De momento no se sabe en que quedará todo esto, pero en principio, no pinta bien, ya que, el Gobierno presidido por Sánchez, está jugando una partida que es peligrosa en el devenir de la Nación española, al seguir en una línea tan fina y peligrosa, situada entre la democracia y otro régimen dictatorial. Ya no es suficiente con plantear a los separatistas una amnistía que va contra el principio del derecho constitucional y se les dan prebendas a quienes intentaron acabar con el Estado democrático, hace apenas unos años, algunos de aquellos, son encima prófugos de la justicia y a estas alturas, se sientes más fuertes, al haber doblegado al Gobierno a sus tesis.Este caminar bamboleando, es peligroso y los separatistas querrán más y más, no se doblegarán a nada que no sea de su interés y la presidencia del Gobierno, con tal de mantenerse en su sitio de la Moncloa, permitirá todo lo que crea conveniente, si no lo hace, el apoyo de aquellos separatistas queda sin valor y el ejecutivo no podrá gobernar y habrá que ir a otras elecciones generales, en el corto plazo. Bastará en este caso con una moción de censura, para hacer caer, al Gobierno de la Nación.


En este caminar político de las Cámaras parlamentarias, tiene que haber por parte de sus señorías, una responsabilidad, de que no han sido elegidos para hacer lo que les viene en gana, sino, para defender los votos de los españoles que acudieron a las urnas y dejaron su papeleta para que les solucionen los problemas que tiene planteada la sociedad en su conjunto, no para descabalgar la Constitución por medio de solapar los poderes públicos, en un caminar político sin dirección alguna.


A los separatistas catalanes, cuando más caso se haga y más se les dé, más querrán, es algo que llevan insertos en modo operando, la exigencia de unos pocos, contra la diversidad del resto de la población.


Esto se está yendo de las manos y hay que cambiar el rumbo, de lo contrario el PSOE, actual desaparecerá y habrá que volver a fundar con sus rescoldos un nuevo  Partido socialista, con mejor proyección y vistas de Estado, en una Nación que se está quedando como un boxeador en el cuadrilátero camino del KO.


Para Sánchez, el caminar se le está agotando en la política y debe tomar una decisión responsable, por el bien de España.

El caminar político

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