Energía positiva a los cien años

Mario Benedetti nos dejó el poema “Aquí no hay viejos”, un canto a la vejez que el poeta entiende como un regalo que nos carga de experiencias y saberes envueltos en un montón de recuerdos del ayer. “Aquí no hay viejos, solo que nos llegó la tarde, una tarde cargada de experiencia para dar consejos… Somos seres llenos de saber, graduados en la escuela de la vida y en el tiempo que nos dio el posgrado”, escribió el poeta  para quien viejo es el mar, el sol, la luna, la tierra… y mantienen su plena actividad.  


Me acordé del poema de Benedetti –ven en Youtube como lo declama magistralmente la actriz dominicana, María Cristina Camilo que en diciembre pasado cumplió 106 años- al leer la información-reportaje de María Doallo (La Voz de Galicia, 19.04.2024) sobre Olimpia González, la mujer ourensana que hace pocos días cumplía 100 años rodeada de los suyos y llena de la misma vitalidad y energía que mostró María Cristina en aquel recital.  


Olimpia encarna en su persona los versos de Benedetti y representa a miles de mujeres gallegas llenas de saberes que fueron adquiriendo en la escuela de la vida.


En su juventud vivió las privaciones de la posguerra y el drama de la emigración en Cataluña y en Venezuela. “He tenido que trabajar mucho en el campo y de modista”, oficio que le permitió montar su taller de confección en el que, de vuelta al pueblo, enseñó a varias generaciones de mujeres de la provincia.    


Pero lo que más llama la atención es su vitalidad en la cumbre de los cien años. Como goza de la vida con los suyos y la alegría y el optimismo que desprende y transmite esta mujer moderna y divertida, “una adelantada de su tiempo”  que, dice su familia, sigue disfrutando de todo.


En este sentido, ahora que le “llegó la tarde” posee una mente abierta con curiosidad por el mundo, por la vida y por las cosas, que le hace permeable a todo lo que está ocurriendo en la sociedad y en su entorno más cercano.


Con esa mentalidad abierta a los cambios profundos y acelerados que amenazan con dejarnos a todos desfasados en conocimientos y habilidades, Olimpia recomienda a las nuevas generaciones: “que se formen, que cultiven su inteligencia, porque todo lo que sabes no te lo puede quitar nadie y el talento y el conocimiento te llevan al éxito y te ahorran mucho trabajo”.  Es un sabio consejo de una mujer luchadora desde la experiencia que le da haber llegado a la centuria en plenitud de facultades y con una vitalidad envidiable.


La verdad es que en estos días en los que parece que la sociedad es presa de la tristeza  y está sumida en un pesimismo radical, reconforta encontrar a una persona como Olimpia que transmite energía positiva, que es como recibir en un día nublado ese rayo de sol que renueva, revitaliza y fortalece los ánimos.


Eso se llama añadir vida a los años.

Energía positiva a los cien años

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