Las malas relaciones en política nos afectan

Me extraña que Sánchez se dé cuenta ahora de como son los miuras que tiene la derecha por delante dispuestos a ir a por todas. La denuncia que  el juez admite a trámite con tanta rapidez extraña dada la lenta justicia a que nos tiene acostumbrados. Esa denuncia  contra Begoña Gómez  solo son recortes de prensa de declaraciones de la derecha y sus medios contra ella sin otra prueba que ningún juez con ética puede dar credibilidad. Uno de esos recortes cita una subvención de otra Begoña Gómez, hostelera de Cantabria.  Ya veremos como todo quedará en nada como en otras ocasiones atizadas por unas derechas políticamente retrógradas como hicieron con Mónica Oltra, vicepresidenta de Comunidad de Valencia que tuvo que dimitir por la presión mediática dando por sentado que la querella de la ultraderecha tenía  condiciones  de veracidad que un juez tramitó, varios años más tarde archivada por falta de pruebas. Los tribunales no vieron la corrupción que se extendió por toda España y parte del extranjero en paraísos fiscales como pudimos comprobar estos días en el juicio a Zaplana. Mónica Oltra, al final salió absuelta, Podemos también, y otros cargos políticos de  partidos, entre ellos yo, que tuve que denunciar al calumniador para demostrar mi inocencia, en vez de hacerlo él, y gane la sentencia, pero el daño ya está hecho. 


Ante esta situación Sánchez, o cualquier presidente de izquierdas debe contar con los ataques y calumnias  de la derecha como antes tuvieron otros presidentes de la derecha e izquierda. Conviene recordar que el  Presidente Suárez de UCD, fue la derecha el que lo tiró. Tuvo que dimitir por presión de los suyos y poderes fácticos, que aún hay, por querer cumplir con lo prometido. La derecha de España siempre fue así y sería ingenuo esperar otra cosa. Sánchez debe tirar del manual de resistencia, porque Feijóo es correoso y taimado. Empezó de funcionario en la Xunta promoviendo manifestaciones laborables, a la chita callada fue eliminando a sus rivales hasta llegar a Presidente de la Xunta y ahora a Presidente del PP de España, pero no manda en su partido porque en el PP mandan cuatro barones como quedó demostrado con el cese de Casado cuando quiso  ejercer con su deber de Presidente del PP en el caso de supuesta corrupción del hermano  de  Ayuso. Así que, como dice un refrán chino, “no desprecies a la serpiente por no tener cuernos”. Sánchez tiene un hueso duro que roer dado que en nuestro país la mayoría de la gente carece de formación cívica para valorar al mejor gestor de sus intereses y  los intereses  generales. 


Sin animo de ofender digo que, gracias a la ignorancia cívica de muchos ciudadanos prospera la manipulación y bulos circulando por las redes sociales y otros medios pagados por partidos políticos verticales de la  derecha para mantener sus privilegios de siempre. De ahí viene la campaña personal contra Sánchez  por querer hacer un mejor reparto de la riqueza que todos los ciudadanos producimos. No hay que  cuando un presidente quiso gobernar para la mayoría, caso de Suárez, y ahora de Sánchez, siempre aparecerán los detractores de siempre.  


Sánchez no dijo que dimitiera, nos pidió unos días para reflexionar si valía la pena seguir, pero las derechas manipulan y tienen varios relatos paralelos. 


Esto es lo que se puede esperar de una derecha muy poco democrática y nada cumplidora de la Constitución que dice que hay que cambiar cada cinco años la cúpula judicial. Va para seis años y el PP sigue con el bloqueo porque tiene la mayoría de sus jueces conservadores que sus plazas pertenecen al Gobierno de Sánchez.

Las malas relaciones en política nos afectan

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